Muchos inversores sobretodo pequeños se han visto muy afectados con las distintas crisis producidas a nivel económico mundial o nacional. Cada vez que hay una crisis son los pequeños y medianos inversores los que quedan en el medio de la nada, perdiendo ahorros de toda una vida sin que los grandes grupos u organizaciones económicas salvaguarden sus inversiones.
Este hecho ha convocado a que muchos gobiernos comiencen a generar garantías estatales para las pequeñas inversiones y para los fondos de pensiones que en muchos países se ven afectados por estas crisis. Este interés de los gobiernos no es casual, tiene por objeto sumar masas de capitales pequeños que en su conjunto dinamizan la actividad económica de los países a través del crédito fundamentalmente.
Por ello las inversiones más seguras son aquellas en que actúan las organizaciones financieras con garantía estatal, en dónde se deposita dinero para que frente a una tasa fija, generalmente no es muy alta, pero al menos es sin riesgo.
Le siguen en orden de seguridad las inversiones en bienes, porque existe el respaldo físico de la adquisición, en especial la de los bienes inmuebles.
Otra inversión segura es la de los metales preciosos como el oro y la plata que sirven de salvaguarda cuándo el dinero se deprecia ya sea por la vía de la inflación o por las crisis económicas depresivas.
Por último existen inversiones seguras en bonos y valores bursátiles de primer nivel y garantizados por los gobiernos.