La inversión pública es la utilización del dinero recaudado en impuestos, por parte del gobierno y el estado, para reinvertirlo en beneficios dirigidos a la población que atiende, representada en obras, infraestructura, servicios, desarrollo de proyectos productivos, incentivo en la creación y desarrollo de empresas, promoción de actividades comerciales, turísticas, y otras. En general se trata de mejorar la calidad de vida de la población y generar la infraestructura productiva y servicios necesarios para el desarrollo del país.
La inversión pública se encuentra regulada por leyes, normas y procedimientos que definen lo que es viable y lo que está prohibido, los responsables y montos autorizados, las actividades permitidas y los requisitos que deben cumplir.
La inversión pública debe estar enmarcada dentro de un plan presentado por el gobierno y aprobado por el congreso en dónde se distribuya el presupuesto nacional por regiones y por entidades. Esta se diferencia del gasto público en cuanto al destino del dinero, el cual se espera produzca beneficios sociales y económicos.
El objetivo fundamental de la inversión pública es la redistribución del ingreso entre la población y garantizar lo mejor posible una vida digna para los habitantes.