¿Trabajar por tu cuenta?

trabajo_turnos_-z

En épocas en las que la crisis económica aprieta, o cuando determinada actividad económica sufre un descenso en la demanda y el número de empleados tiende a descender, perdiéndose una gran cantidad de puestos de trabajo, siempre surgen voces que aseguran que lo que los trabajadores deben hacer es dejar de depender tanto de las empresas y plantearse trabajar cada uno por su cuenta.

 ¿Es esto realmente posible? ¿Resulta de verdad viable que se aumente el número de emprendedores que se lancen al mercado laboral por su cuenta y realicen sus trabajos sin depender de un empleador?

 A pesar de los estímulos que algunos países tratan de instalar para potenciar el autoempleo, lo cierto es que hace falta algo más que ganas para poder ponerse a trabajar por su cuenta. Hace falta un poco de iniciativa y algo de gusto por el riesgo, y por eso podemos hacer una diferenciación entre trabajadores autónomos y emprendedores. Un autónomo es ese trabajador que se ha visto obligado a darse de alta por su cuenta, bien sea porque la empresa para la que trabaja se lo ha impuesto o porque de otro modo no lograba encontrar un empleo, mientras que un emprendedor es aquel que ha decidido por su propia iniciativa que lo va a hacer.

 Otra diferencia muy importante es que si a un autónomo le ofrecieran un contrato de trabajo por cuenta ajena, lo aceptaría sin pensar, mientras que un emprendedor nunca se planteará volver a trabajar para otros.